Simón Bolívar
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios Ponte y Blanco, mejor conocido como Simón Bolívar, (Caracas, 24 de julio2 de 1783 — Santa Marta, República de Nueva Granada, 17 de diciembre de 1830) fue un militar y político venezolano de la época pre-republicana de la Capitanía General de Venezuela; fundador de la Gran Colombia y una de las figuras más destacadas de la emancipación americana frente al Imperio español. Contribuyó de manera decisiva a la independencia de las actuales Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú yVenezuela.
Le fue concedido el título honorífico de Libertador por el Cabildo de Mérida en Venezuela que, tras serle ratificado en Caracas, quedó asociado a su nombre. Los problemas para llevar adelante sus planes fueron tan frecuentes que llegó a afirmar de sí mismo que era "el hombre de las dificultades" en una carta dirigida al general Francisco de Paula Santander en 1825.
Participó en la fundación de la Gran Colombia, nación que intentó consolidar como una gran confederación política y militar en América, de la cual fue Presidente. Bolívar es considerado por sus acciones e ideas el "Hombre de América" y una destacada figura de la Historia Universal, ya que dejó un legado político en diversos países latinoamericanos, algunos de los cuales le han convertido en objeto de veneración nacionalista. Ha recibido honores en varias partes del mundo a través de estatuas o monumentos, parques, plazas, etc.
Campaña libertadora en la Nueva Granada
A partir del año 1818 la situación se decantó definitivamente a favor de los patriotas y desde entonces prácticamente su avance por el continente se hizo imparable y, lo que permitió que Bolívar, desde Venezuela y Francisco de Paula Santander, desde Nueva Granada empezaran a coordinar acciones conjuntas desde sus áreas de influencia que fomentaran una unidad militar.
Para entonces existía en Nueva Granada un importante foco de resistencia revolucionaria contra las tropas de Morillo en los llanos de Casanare, zona contigua a los llanos de Apure y del Arauca, donde algunos de los revolucionarios neogranadinos más comprometidos se retiraron para resistir la violencia de la Contrarrevolución del comandante militar Sámano como baluarte patriota al mando de Santander, a quien Bolívar ascendió al grado de Brigadier y lo nombró Comandante militar de la División de vanguardia.
Ambos habían elaborado un plan en el que Santander debía preparar la provincia de Casanare, unificar a los guerrilleros del sur y dar informes a Bolívar sobre las tropas españolas para iniciar la invasión de la Nueva Granada.
Junto con los preparativos militares también se realizaban acciones políticas importantes. El 21 de enero de 1819 llegaron a Angostura dos buques británicos, el Perseverance y el Tartare con un cuerpo de voluntarios que fue conocido como la Legión Británica para apoyar a Bolívar y el 15 de febrero de 1819, el Libertador reunió el Congreso de Angostura, acontecimiento en el que pronunció una de sus mejores composiciones políticas, el Discurso de Angostura, en el que hacía un análisis crítico de la situación, exponía el rumbo a seguir para fundar la república y anunciaba el proyecto de laConstitución de Cúcuta que fue promulgada en el Congreso de Cúcuta en 1821.
El resultado de este Congreso fue el nacimiento oficial de la República de Colombia, conocida como la Gran Colombia, mediante la promulgación de la Ley Fundamental de Colombia y cuya extensión abarcó en ese momento los territorios de la Nueva Granada y Venezuela que se dividen políticamente en tres departamentos: Cundinamarca (Bogotá), Venezuela (Caracas) y Quito (Quito).
También el Congreso proclamó, en diciembre de 1821, a Bolívar Presidente de la República y a Francisco de Paula Santander11 como Vicepresidente de forma que «las Repúblicas de Venezuela y la Nueva Granada quedan desde este día reunidas en una sola bajo el título glorioso de República de Colombia».
Mientras tanto, Bolívar seguía preparando la invasión militar de Nueva Granada tratando de mantener los detalles de la campaña en secreto por lo que su duración, características, fecha de inicio y alcance eran datos desconocidos, lo cual contribuía a aumentar el factor sorpresa y la imprevisibilidad del ataque.
Morillo estaba al corriente de la llegada de la Legión Británica a Angostura bajo el mando de James Rooke e intuyó que el siguiente paso lógico de Bolívar sería unir fuerzas con José Antonio Páez, destacado líder rebelde de Los Llanos, por lo que tras analizar la situación decidió atacar el principal reducto rebelde neogranadino en Casanare con tropas al mando del coronel José María Barreiro que fueron hostigadas constantemente por las tropas del General Santander mediante tácticas de guerrilla que fueron desgastando a las fuerzas de la Tercera División española.
La llegada de la época de lluvias hizo los caminos intransitables y las operaciones militares difíciles por lo que los españoles decidieron replegarse ante la lógica de que el enemigo haría lo mismo.
Sin embargo, el desarrollo de los acontecimientos hacían presentir lo peor al General Morillo ya que su Ejército expedicionario, exhausto y sin recibír refuerzos desde hacía mucho tiempo, estaba combatiendo contra fuerzas militares eficaces de las que se desconocía su capacidad real.
Es entonces cuando Bolívar realizó una de sus hazañas militares más destacadas, el Paso de los Andes, que realizó en una estación poco propicia y que se consideraba imposible con los medios de la época. El difícil avance de las tropas patriotas se produjo a través del Páramo de Pisba, hasta dar alcance a los realistas el 25 de julio de 1819 en la Batalla del Pantano de Vargas, en la cual la tropa realista finalmente huyó, situación que le permitió a los patriotas llegar a la ciudad de Tunja el día 4 de agosto.
Allí se reúne con las tropas patriotas que estaban bajo el mando de Santander en la población de Tame (actualmente ubicada en el departamento de Arauca), en donde comienza la campaña libertadora de la Nueva Granada.
El ataque de Bolívar logró sorprender a los españoles que, ante el desastre, intentaron tomar medidas. Barreiro todavía pensaba que podía controlar la situación pero el estado de sus tropas le obligaba estar a la defensiva por lo que decidió replegarse hacia la ciudad de Bogotá donde las condiciones le serían mucho más favorables.
El enfrentamiento decisivo con los realistas se produjo en la Batalla de Boyacá el 7 de agosto de 1819, por medio de la cual se pretendía detener el avance de las tropas leales comandadas por Barreirohacia la ciudad de Bogotá y que resultó en una gran victoria para Bolívar y el ejército revolucionario.
Cuando el virrey Sámano quien conocía como los demás realistas el Decreto de Guerra a Muerte, se enteró de la derrota, huyó inmediatamente de Bogotá y de esta forma, el ejército libertador entró triunfante a la capital el día 10 de agosto.
Francisco de Paula Santander
Francisco José de Paula Santander (Villa del Rosario,norte de santander, 2 de abril de 17921 - Bogotá 6 de mayo de 1840), estadista, jurista, revolucionario, militar y político, prócer de laIndependencia de Colombia.2 Participó en la Guerra de la independencia. Jugó un papel determinante en la ""Batalla de Boyacá"" y fue ascendido por Bolívar al rango de general de división.
Es conocido como "El Hombre de las Leyes".3 y el "Organizador de la Victoria". Fue Vicepresidente de la Gran Colombia en el período de 1819-1827 (encargado del poder ejecutivo) y Presidente de Nueva Granada entre 1832 y 1837.
Su padre fue Don Juan Agustín Santander y Colmenares -quien había sido gobernador de la Provincia de San Faustino de los Ríos y cultivador de cacao en sus posesiones rurales- y su madre Doña Manuela Antonia de Omaña y Rodríguez.4
``Declaro ser un ciudadano de la Villa de Rosario de Cúcuta. Es mi ideosincrasia, lo llevo en la sangre. He forjado aquí mis ideales, mis pensamientos y los defenderé hasta el punto de entregar mi vida (...) Digo esto para desmentir a mis enemigos que han querido negar hasta mi identidad.´´
La vicepresidencia de la Gran Colombia
Conseguida la independencia es elegido Vicepresidente de Cundinamarca, estado de la Gran Colombia, que por ese entonces incluía todo el territorio de la actual Colombia, y desde esta oficina fue el encargado de hacer valer y respetar a las nuevas autoridades republicanas, que eran vistas por muchos como un intento más de independencia que sucumbiría a la metrópoli como le había ocurrido a la Patria Boba. Luego de conseguir el consolidamiento de la autoridad en el territorio de la Nueva Granada, fue ascendido a la vicepresidencia de toda la Gran Colombia en1821, un cargo que había sido desempeñado infructuosamente durante esos dos años por Francisco Antonio Zea, Antonio Nariño, José María del Castillo y Rada y Germán Roscio, y cuya dificultad radicaba en que acarreaba la jefatura del Estado y del gobierno del país debido a la ausencia del presidente titular, Simón Bolívar, por las guerras de independencia de Ecuador, Perú y la futura Bolivia.
Las peticiones de Bolívar para que le fueran proveídos los dineros y soldados que éste necesitaba para la campaña en Perú no fueron posibles de atender, al menos inicialmente, por Santander, toda vez que se trataba de ayudar en una guerra ya en ese momento por fuera de las fronteras de la Gran Colombia, es decir, en el extranjero. Santander estaba atado para justificar legalmente dicha ayuda, ya que el artículo 128 de la Constitución de Cúcuta sólo aplicaba para casos de Conmoción Interior, razón por la que se daba prioridad a organizar las fuerzas de la República contra posibles reconquistas que llegasen del norte. No obstante, conciente de la urgencia de acudir en la ayuda del Libertador (ya que de todas formas si no se liberaba Perú habría riesgo de invasión a Colombia por el sur), Santander emprendió ingentes esfuerzos ante el Congreso de Colombia para que le aprobaran una ley necesaria para proveer lo solicitado por Bolívar. Santander en una de sus cartas a Bolívar le hace claridad sobre su compromiso con la causa, pero también le pone por delante el espíritu de legalismo que debía regir en la República:
...Basta por ahora: entretenga usted la guerra seis meses y yo le ayudaré superabundantemente con lo que le pediré al congreso. Con leyes que me escuden hago yo diabluras.5
Varios mensajes con caracter de urgencia envió Santander al Congreso; en su primer mensaje en 1824 había dicho:
Yo he indicado al congreso la necesidad de defender la República, haciendo la guerra en el Perú, y ahora no debo insistir en alegar otras razones que las que expone el Libertador.6
En un segundo mensaje al Congreso de 1824:
La República de Colombia, a la vanguardia de la revolución en el mundo físico y moral, es el blanco de las empresas militares y debe ser el de las maquinaciones secretas de todos nuestros enemigos. Los españoles, apoderados del Perú, sabrán sacar de sus pueblos los recuros inmensos que siempre encuentran la violencia y la arbitrariedad, y aparecerán en el sur de Colombia con una fuerza que sea capaz de ofrecerles la esperanza de obtener ventajas.
El hombre que declaraba que con leyes que lo autorizaran podía hacer diabluras, dirige estas frases, como pocas en la historia, ricas en tanta significación:
El gobierno está persuadido íntimamente de la necesidad de cubrir nuestra frontera del sur y de hacer la guerra en el Perú contra los enemigos que tarde o temprano tendríamos que combatir dentro de nuestro territorio, pero creo también que levantar 16000 soldados para el sur, armados y equipados, y conducirlos, a la vez que las fronteras del Atlántico deben asegurarse igualmente, es obra que la República no puede resistir sin quedar desierta y empobrecida. El gobierno no vacila en que debe abrazar ese partido si él es necesario para salvar nuestro territorio, nuestras vidas y dejar a la posteridad patria y libertad. Entre el patíbulo y una muerte gloriosa no hay elección; entre la libertad y la esclavitud, no hay medio; o hacemos todos, por la defensa de Colombia, cuantos sacrificios exija su salud política o resolvámonos a morir en la ignominia, cargados de las maldiciones de nuestra posteridad y de la del mundo filósofo.7
Nada más alejado del sentimiento de mezquindad que tanto entonces como hoy se ha querido endilgar al Arquitecto de la República. Finalmente los apoyos económicos y militares que Bolívar le solicitaba para la campaña de liberación del Perú terminaron llegando a pesar de las necesidades, la economía o la amenaza de la Santa Alianza y obteniendo la aprobación legislativa, sin la cual la independencia de América siempre estaría en riesgo como él mismo declaró al Congreso.
Respecto el empréstito inglés, Bolívar (envenenado contra Santander por trastornadores del régimen constitucional) nunca aprobó los "manejos turbios" de dicho empréstito, entre otras cosas necesario para el levantamiento de la marina, y el "clientelismo con el que Santander repartía puestos y beneficios para sí mismo y sus partidarios". Santander se vindicó en repetidas ocasiones, aún despúes cuando ya no tuvo el poder público; él mismo instó a sus enemigos y detractores a que le acusaran y formularan cargos, pero no sólo no respondieron sino que respondió a todo con documentos y pruebas, entre ellos un extenso manifiesto que publicó en 1827 y del que aquí se citan apartes:
[..]Yo me admiro, cómo hay hombres de mediana razón que, debiendo saber cuál fue el producto líquido de la negociación del empréstito de 20 millones de pesos [..] hayan esperado que las cajas públicas estuviesen todavía llenas con estos caudales [..] después de haber deducido del líquido producto de la negociación los intereses de dos años, no sólo por los 20 millones contratados por Arrubla y Montoya, sino por los 10 millones del señor Zea; las deudas de Hamilton, D'evereux, Thompson y otros extranjeros [..] el apresto y costo de envío de auxilios al Perú [..] la adquisiciónde buques de guerra, fusiles, cañones y otros efectos militares; el pago de sumas considerables en Venezuela, Zulia, Magdalena, Istmo, etc, [..] el préstamo a los agricultores de Venezuela y Maturín; [..] aunque en sus cajas no tenga hoy un peso de fondos del empréstito, puede contar con la suma de 3 a 4 millones de fuertes que le debe el Perú, dos millones de la casa de Goldsmith, trescientos mil pesos los agricultores de Venezuela y Maturín, más de cien mil pesos la casa de moneda de Bogotá, y cerca de 200 mil los que recibieron letras de cambio [..] producto líquido del empréstito, y algún día la República podrá disponer de ellos si el gobierno toma el interés que le compete en el negocio.8
Según Alirio Gómez Picón sobre Santander: "...El Congreso se instalará […] preparada la nota sobre refuerzos al Perú […] y que por lo menos le mandaré 4.000 hombres buenos y casi la mitad viejos de la guardia. Esto por lo pronto. La suerte del Perú está identificada con la de Colombia; la de la América del Sur depende del éxito de usted en el Perú y la suerte de usted me interesa…" […] "No puede usted figurarse […] mi general […] ¡Qué horrible es gobernar una República naciente, donde sus instituciones son como para una nación vieja […] ciudadanos envidiosos unos e ignorantes otros […] libertad de hablar y escribir ilimitadamente […] godos, zambos, provincialistas, demonios y diablos! Vaya que este mi noviciado me tiene con canas […] mayoría de ingratos que resfriarán el patriotismo más depurado, si no tuviera uno que acudir a la filosofía" […] insistiendo en decretarse el aumento del ejército […] invasión exterior, "o para auxiliar al Perú", por las comunicaciones del Libertador de que habló por separado especialmente […] agotó las razones para apoyar pedimentos de Bolívar" […] ya restablecido de alguna dolencia, seguía ocupado con el Congreso y con los auxilios para el Perú. Se alistaba contingente para pasar al Istmo, y envió con anticipación a Guayaquil fusiles, municiones y efectos de marina […] vestuario. Podía anunciarle como hecho que por Panamá irían de cuatro a cinco mil hombres armados y equipados, mitad veteranos, mitad reclutas que se reunirían en Guayaquil a mil más del Istmo y Cauca, a tiempo que por vía de Pasto irían al menos dos mil, y además dos mil y pico que conforme a la ley debería dar Quito. Es decir una fuerza de diez mil hombres, que con dos mil que se debería recibir, daba un total de doce mil. Era cuanto podía hacer hasta el momento ceñido a las disposiciones legales que aquel podría ver en "La Gaceta" […] agregar […] 200 llaneros que procedentes de Apure se embarcarían en La Guaira para seguir al Istmo […] "…aprobación de los coroneles que en virtud de la misma ley de 9 de octubre he previsto en el ejército que bloqueó y rindió Puerto Cabello" […] Mientras el Congreso estudiaba consultas y resolvía dudas constitucionales, el Vicepresidente tomaba todas las medidas conducentes para que se aligerara el embarque de tropas y elementos de guerra. Daba cuenta al Libertador de cómo se estaba procediendo y terminaba diciendo el 29 de mayo: "El Congreso de Colombia tiene acreditado ya el interés que toma en la suerte de la de América, en la seguridad de Colombia y en el más brillante éxito de la comisión que V.E. ha tomado a su cargo; y la resolución de auxiliar al Perú por los términos que he expuesto” […] sin los auxilios que él consiguió al cabo de laboriosas gestiones ante el Congreso, aquel no hubiera podido hacer nada como fue el primero en sostenerlo. Un aporte de 15.000 colombianos con armas, municiones y uniformes".
Es interesante observar el gobierno, la administración y el estado. Y además de improvisar y exigir recursos para hacer la guerra al tiempo que reconstruía el país, llegando a escribirle a Bolívar que "hoy me he convertido en Arismendi", y Joaquín Tamayo sostiene que "Para darnos cuenta de la magnitud de la obra santanderista, basta examinar las circunstancias pecuniarias de la Nueva Granada en 1820: el desagrado de sus habitantes a pagar la campaña de Venezuela. El Ejército Libertador se cubría de gloria, mas esa sucesión de triunfos fue posible porque había en el gobierno un hombre lo suficientemente poderoso para satisfacer exigentes necesidades, cobrar los impuestos, y a mano fuerte –llegado el caso– sacar de donde no existía 10 o 20 mil pesos para alimentar a los guerreros. Se ha dicho que Santander fue el burócrata perfecto, mezquino y avaro, pero se olvida que la guerra de la Independencia se hizo como todas las guerras del universo, con dinero, y nada más difícil que convencer a los contribuyentes […] No se engañó Santander respecto a los santafereños. Jamás le perdonaron que tomara sus onzas para vestir al Ejército Libertador, y fue tal su odio, que todavía a fines del siglo XIX le cubrieron de agravios los descendientes remotos de esos comerciantes de Santa Fe", en esta vicepresidencia sostuvo enfrentamientos desde su pasquín El Patriota con Antonio Nariño y su proso de ejercer, toda vez que Santander consideraba la Libertad de Imprenta como puntal de la democracia republicana.
Crisis con Bolívar
Frente al sector civilista que Santander representaba surgió un sector militarista, renuente a aceptar los formalismos constitucionales y legales y temeroso de que el poder jurídico se sobrepusiera al heroísmo militar, en especial el representado por Bolívar. Entonces se formaron los bandos santanderista o civilista y bolivariano o militarista, lo que distanció cada vez más a los dos líderes. Pero lo que sobre todo los distanció, además de la acusación de robarse el empréstito solicitado a Inglaterra hecha indirectamente jugando tresillo, fueron los hechos a partir de La Cossiata tanto a nivel político como personal.
En 1826 tras su regreso victorioso, se confirmó la elección de Bolívar como presidente y Santander como vicepresidente, pero las diferencias habían llegado a ser muy profundas, al punto de que los bolivarianos respaldaban la implantación de la constitución boliviana en la Gran Colombia, constitución que implicaba el carácter vitalicio de la presidencia y la inexistencia de las elecciones, Santander y sus adeptos preferían mantener la constitución que se había firmado en Villa del Rosario. Curiosamente, el 28 octubre de 1827 al recibir la corona cívica el Libertador la tomó en sus manos, manifestó que el pueblo colombiano era el único acreedor a ella, se dirigió al general Santander, colocó la corona en sus sienes y manifestó que: "El Vicepresidente, como el primero del pueblo, merece esta corona".
Frases célebres
[editar]De Santander
- "Colombianos, las armas os han dado la independencia, las leyes os darán la libertad"
- "Si vamos de cabeza, nunca llegaremos al final"
- "En América, sólo los miserables pueden alegrarse por la muerte de Bolívar"
- "El último día de mi vida será el primero en que la Nueva Granada no me verá ocupado de su independencia, de su honor y de sus libertades"
- "Aunque he nacido en Nueva Granada, no soy más que americano, mi Patria es cualquier región de América en que no tenga el más pequeño influjo el gobierno español. Dos años de guerra en Venezuela en la actual época me han dado ocasión de admirar al soldado venezolano, y el tiempo transcurrido desde nuestra transformación me ha hecho conocer el entusiasmo, patriotismo y odio a los españoles que abriga en su corazón cada individuo de esa república"
- "La espada de los libertadores tiene que estar, de ahora en adelante, sometida a las leyes de la República"
- "La moderación, la tolerancia y la justicia rigen el corazón y desarman el descontento"
- "Mi filosofía me hace vivir contento con la seguridad de que el testimonio publico y el de mi conciencia, persuaden que he procurado llenar mis deberes"
- "Los maestros deberán enseñar a los niños a leer y escribir, los principios de aritmética y los dogmas de la religión y la moral cristiana, los instruirán en los derechos y deberes del hombre en la sociedad, y les enseñarán el ejercicio militar todos los días de fiesta y los jueves en la tarde. Con este mismo objeto los niños tendrán fusiles de palo y se les arreglará por compañías nombrándose por el maestro los sargentos y cabos entre aquellos que tuvieran más edad y disposición. El maestro será el comandante" (artículo octavo del decreto expedido el 6 de octubre de 1820 en su calidad de encargado del Poder Ejecutivo)
- "(Estableciendo la proscripción del castigo de férula y del azote degradante que sólo tolera en casos de depravación) Para otras faltas designarán castigos más decorosos, teniéndose presente la diversidad de condiciones que debe haber entre los escolares y la diferencia de genios e inclinaciones. Propondrán también premios a los que se condujeren bien y aprovecharen más, y para esto servirá también la milicia escolar en sus ascensos y grados, haciéndose oficiales a los más aventajados" (artículo sexto del decreto expedido el 6 de abril)
- "...uno de los pocos viejos patriotas que se han mantenido fieles a su patria en todos los reveses que ella sufrió […] yo no he sido hoy patriota, mañana godo, después otra vez patriota...".
- "¡Ahora sí! buenos días mis amados amigos" (última frase que dijo)
- "... Hágalo por su propia gloria, y por amor a la humanidad, ya que no sea acreedor a esta consideración y gracia. Hágalo siquiera en recompensa de que me opuse al asesinato de V.E. y que con lágrimas en los ojos supliqué a Carujo, que no pagasen tan vilmente los servicios de V.E. a la patria. Hágalo por esta patria tan querida de su corazón. La insalubridad de estos castillos y mi habitual enfermedad de cólico me arruinan sin remedio, y lo peor es que moriré padeciendo crueles dolores, sin fruto ninguno para Colombia y con demérito de su inmarcesible gloria..." (Carta a Bolívar el 18 de diciembre de 1828 desde las Fortalezas de Bocachica)
- " ... primero está la ley, luego la vida ... "
[editar]Acerca de Santander
- Se le llamó "El organizador de la victoria", tras la batalla de Boyacá, 1819
- Se le llamó "El hombre de las leyes", tras la constitución de Cúcuta de 1821
- "Cuanto más considero el gobierno de usted, tanto más me confirmo en la idea de que usted es el héroe de la administración americana" Simón Bolívar en carta a Santander en 1825
- "...Es un gigante que marcha al nacer, combate y triunfa. Este gigante es Usted. Es una gloria que dos de mis amigos y segundos hayan salido dos prodigios de entre las manos. La gloria de Usted y la de Sucre son inmensas. Si yo conociera la envidia los envidiaría. Yo soy el hombre de las dificultades, Usted es el hombre de las leyes y Sucre es el hombre de la guerra. Creo que cada uno debe estar contento con su lote, y Colombia con los tres. Feliz madre que nunca pudo dejar de tener un hijo que le sirva de báculo […] me habla de retirarse del servicio público a causa de sus cólicos. No, amigo: usted no debe ni puede retirarse. Usted es el necesario para la marcha de la República. Usted debe morir en el tribunal, como mi destino es morir en el campo de batalla. Sin Usted qué sería de Colombia, qué sería de nuestro ejército y qué sería de mi gloria. ¡Diré a Usted francamente que si yo no hubiera tenido a Usted para defender con sus talentos y con su energía mi obra, ya habría sido arruinada. Yo creo más, sin Usted y conmigo no se hubiera perfeccionado bien. Yo no soy administrador, y además soy poco sedentario para sufrir el bufete. Por lo mismo yo hubiera destruido la obra de mis compañeros de armas por falta del carácter de Usted y de su capacidad para manejar los negocios públicos. AsPublicar páginaí repito: Usted es el hombre necesario de Colombia!". Bolívar
- "Los curas y los godos lo odiaban..."
- "...cuyos actos pertenecen y se confunden con un momento decisivo de nuestra historia: nuestra fundación y nuestro nacimiento como república"
- Se le llamó "El autor de la existencia y la libertad de Colombia" durante su exilio en Europa y Estados Unidos
- "Los impresos de Bogotá tiran contra mí, mientras yo mando a callar los que tiran contra Santander. ¡ Ingrato mil veces !" Bolívar, 19 de marzo de 1827
- "El no habernos compuesto con Santander nos ha perdido a todos". Simón Bolívar en 1830
- "...las corrientes de la crítica histórica han ido a estrellarse contra el plinto de su estatua, impasible y severa como el espíritu que animó aquellos rasgos. Pero la alabanza y el dicterio han glorificado igualmente su memoria, pues de las páginas de sus adversarios surge todavía más esclarecida su figura de gigante, como brota del metal sometido a la acción corrosiva del ácido, la imperecedera agua fuerte". Carlos Lozano y Lozano, mayo de 1940
- En honor a su nombre la escuela más importante de la Policía Nacional de la Republica de Colombia se bautiza con el nombre de Escuela de cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander